El ejercicio matutino reduce la presión sanguínea,
prolonga el tiempo de sueño y mejora la calidad del mismo. Las conclusiones se
extrajeron después de estudiar los efectos del deporte en personas que lo
practicaban a las 7 de la mañana, antes de comer y sobre las 7 de la tarde. Según
un estudio de la
Universidad Estatal de Appalachian (Estados Unidos), asegura
que el ejercicio matutino.
Además, el ejercicio también estimula la producción de
endorfinas. Para García Calvo, “iniciar el día generando esta sustancia nos
servirá para afrontar el resto de la jornada con mejor actitud: Es decir,
mejora el estado anímico y el humor general”.